Hay un dicho popular
que con seguridad en algún un momento de tu vida escuchaste y que afirma “Los árboles
no dejan ver el bosque” El bosque humano nos impide ver a la persona, por eso
perdemos la sonrisa inocente y gratuita del niño que nos cruzamos en el camino
o la mirada sabia del anciano cargada de perspectiva y desapego.
A veces el
bosque es un conjunto de fantasías e
ilusiones que se perfilan
en la lejanía e impiden la realización de un proyecto
en concreto. En otras ocasiones constituye una espesura impenetrable de tareas
que nos abruman y que vamos posponiendo día tras día incapaces de establecer prioridades.
Pero si enfocamos la atención en cualquiera de sus “árboles”, somos capaces de ver su belleza, de
aprovechar sus frutos o su sombra, de contagiarnos de su sabiduría de supervivencia
que hunde sus raíces en la profundidad y alza su copa al cielo, aceptando sol y
lluvia. Todos estamos sujetos a la tempestad; el viento se lleva las hojas,
pero va quedando el grano.
Así que recuerda que
solo tu tienes la fuerza para cambiar tu propio destino.
Vive cada día en busca
de tus sueños, aunque el camino se vea largo y complicado… Sonríe y que tus
ojos reflejen la luz de la esperanza… eso te hará proyectar “TU MEJOR IMAGEN”
Harley Torres
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