lunes, 25 de marzo de 2013

Mimate y disfruta del sol





Llegan días para darnos una escapadita y la mayoría opta por tomar sol y disfrutar de la playa, pileta o piscina. Lo cual resulta muy saludable ya que esto previene y mejora la depresión, pues sin luz solar, el cuerpo no segrega melatonina, una sustancia euforizante y antidepresiva que se encarga de inducir el sueño por las noches. Además, la exposición a la luz solar produce la secreción de endorfinas en el cerebro, sustancias que alivian el dolor y producen sensación de bienestar, vasodilatación y mejor aporte de oxígeno a los tejidos, y nuestros huesos se fortalecen ya que el sol estimula la síntesis de vitamina D.

Vemos entonces, como la exposición al sol puede resultar sumamente placentero, y saludable, pero si no tomamos precauciones las consecuencias sobre la piel son inevitables, por ello debemos proporcionarles mimos y cuidados, tanto antes como después de la exposición solar con tratamientos regenerativos, que le devuelvan su textura y condiciones naturales.

La hidratación del rostro es muy importante. Hay zonas faciales especialmente sensibles, tal es el caso de las conocidas como “patas de gallo”, el cuello y el escote, que se caracterizan por tener una dermis muy fina.

Por ello son zonas que se castigan más con el sol. A nivel facial existen potentes cremas hidratantes ricas en glicerina, ácido hialurónico y vitamina B3 que son muy recomendables.

Evita la exposición solar en las horas en que el sol está en su máxima verticalidad.

Ten en cuenta dónde estás. Cuanto más cerca del ecuador estés más precaución debes de tener con el sol, pues sus rayos son más verticales. Cuanto a más altura te encuentres más precaución, cada 300 metros de altura sobre el nivel del mar la atmósfera pierde un 5% de filtro frente a las radiaciones ultravioleta.

Comienza tomando el sol en tramos cortos de tiempo durante los primeros días.

Cuidado con los reflejos: la hierba refleja el 10 por 100; el agua, el 20 por 100; la arena, entre el 15 y el 25 por 100; y una superficie blanca como la nieve o una pared encalada, casi el 85 por 100.

También debes tener cuidado, con las sustancias fotosensibilizantes, hay fármacos (antibióticos, sulfamidas, antihistamínicos, salicilanilidas, psicotropos, anticonceptivos, etc.) que son fotosensibilizantes y pueden producir reacciones en la piel ante el sol.

Aplícate cremas con filtros de protección solar, no te expongas al sol sin cremas con pantalla de protección solar, al menos con un SPF15 y presta atención a la composición del filtro solar pues estos deben ser filtros físicos y químicos y deben proteger tanto frente a los RAYOS UV-A, UV-B y UV-C como de la luz infrarroja, ya que todos ellos tienen efectos potencialmente nocivos para la piel.

Estos protectores solares debemos aplicarlo sobre la piel limpia y seca, media hora antes de irte a la playa , piscina o pileta y su aplicación se debe repetir cuando sea necesario; eso depende del número de baños, del calor que haga, del deporte que se practique, si  llevas ropa suelta o ajustada, si te secas con toalla o al aire. Incluso los filtros solares resistentes al agua sólo mantienen su eficacia sobre la piel entre 2 y 4 horas, según los baños o el grado de transpiración.

Aplica la cantidad adecuada de filtro solar: si la capa aplicada es demasiado fina, la protección será mínima aunque el producto tenga un SPF muy alto. Se recomienda 2 mg. por cada cm2 de piel, es decir, una capa que se vea en un principio, aunque luego se absorba.



 Si queremos exhibir una figura cuidada y evitar que el abdomen se “infle”, y vaya en desarmonía con nuestra bikini o ropa de baño preferida, procura moderar al máximo el consumo de sal,  pues los días de calor y humedad propician la acumulación de líquidos. Si a ello le sumas exceso de sodio, no sólo no será bueno para tu corazón sino que te provocará mayor hinchazón y retención de fluidos.
Debes mantenerte hidratada(o), recuerda que el organismo acumula líquidos y propicia la hinchazón, si por el contrario se toma suficiente agua los fluidos son eliminados y compensados como corresponde.

Limita las comidas que causan gases. Ciertos alimentos puntuales favorecen la producción de gases, tales como las legumbres, la coliflor y brócoli, las alcachofas, entre otros. Y, al provocar mayor flatulencia, también causan mayor hinchazón y molestias.

Come fibra. La fibra estimula la actividad intestinal, por lo que evita también la constipación y la inflamación del abdomen.

Trata de comer más despacio. Nada peor que comer apurado para hincharse y sentirse mal después de comer. Así que procura masticar bien, y hacerlo con la boca cerrada, ya que si no estarás “tragando aire” y te inflamarás más.

Para comer fuera, opta por la ensalada mientras los demás “pican algo” y come solo un plato. La mejor opción es la minestrón de verduras, parrilladas, salteados o los platos a la brasa.
Recuerda siempre que todos los extremos son malos, las dietas milagros, las huelgas de hambre y los bajones de tensión, no llevan a ninguna parte… no conviertas tu operación biquini en una operación desmayo. Al cuerpo humano hay que tenerle mucho respeto y a la alimentación también. Procura cenar poco e intenta evitar los cereales como la pasta, el arroz, el pan o la patata a horas muy tardías de la noche.

Disfruta cada momento y sonríe, y estarás proyectando TU MEJOR IMAGEN.




Harley Torres


Es un verdadero placer poder compartir contigo estos tips, asì que puedes seguir enviando tus inquietudes y sugerencias de los temas que deseas desarrolle en este blog, con mensajes privados en el facebook  haciendo click en el siguiente link:
También, puedes enviar un mail a harleytorres@gmail.com   

No hay comentarios:

Publicar un comentario