La piel responde a diversos factores internos, como nutrición, proteínas, vitaminas y productos tóxicos absorbidos, como el alcohol y principalmente el tabaco, por la acción de la nicotina y del monóxido de carbono.
Factores como contaminación atmosférica, radiaciones solares y humo del tabaco ambiental en recintos cerrados hace que la barrera protectora de nuestra piel se debilite. Esta empieza a perder lípidos, proteínas y sus propiedades humectantes naturales, razón por la que a solemos sentirla seca y tirante.
Es por ello, que podemos crear una capa que ayude a bloquear esos factores, y la aplicación de una buena base de maquillaje acompañada de la pantalla de protección solar, es fundamental.
La base de maquillaje da luz al cutis, atenúa las irregularidades de la piel y disimula las líneas de expresión. Las fórmulas naturales incluyen en su composición aceites y vitaminas que nutren la piel, que protegen la deshidratación y nutren en profundidad.
En la elección del color, mi recomendación, toma un papel o servilleta blancos, acércalos a tu muñeca… ahora observa el color de las venas. Si es verde, debes utilizar bases con tonalidades hacia el amarillo, en cambio si las venas tienen tendencia azulada, debes optar por bases con tonalidades hacia los rosa.
Debes aplicar la base cubriendo toda área expuesta del rostro, y extenderla hacia la zona del crecimiento del cabello, el cuello y las orejas para evitar que parezca que traemos una máscara. Esto último transmite el mensaje a las personas con las que interactuamos, que tenemos algo que ocultar… o no somos realmente sinceros en lo que decimos.
El uso de la base, va más allá de un acto de coquetería, es ayudar a nuestro cutis a mantener su humectación natural. Luciendo un cutis parejo, estarás proyectando TU MEJOR IMAGEN
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